“Plan B” de reforma electoral amenaza a la estabilidad política del país: IEDT

“Plan B” de reforma electoral amenaza a la estabilidad política del país: IEDT

Cortesía: El Economista

Los cambios cambios planteados a leyes electorales deben ser revisados por el Senado sin prisa y con la mayor responsabilidad, pues la estabilidad política del país y la competencia electoral libre están en riesgo si la reforma no se inscribe en un cauce constitucional y si se atenta contra la autonomía del INE, advirtió el Instituto de Estudios para la Transición Democrática.

Las modificaciones a las instituciones electorales, sus procesos y procedimientos, planteados en las reformas a diversas leyes aprobadas por la Cámara de Diputados la madrugada del 7 de diciembre pasado son muy graves, ponen en riesgo las elecciones libres, calificadas, legales, auténticas como las que México ha tenido las últimas tres décadas, alertó el Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD).

Para el IETD, los cambios que han aprobado los Diputados deben ser revisados por el Senado sin prisa y con la mayor responsabilidad, pues la estabilidad política del país y la competencia electoral libre están en riesgo el llamado “Plan B” de reforma no se inscribe en un cauce constitucional y si se atenta contra la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE), su Servicio Profesional Electoral, sus capacidades para organizar elecciones limpias, ciertas, legales, transparentes.

Desde la perspectiva de ese centro de estudios, se trata de una auténtica ruptura con el proceso democratizador de las últimas décadas, trastoca lo bien que ha funcionado el sistema electoral desde hace tres décadas.

El propósito no fue discutir los méritos de la propuesta de reforma y lograr consensos entre todas las fuerzas políticas, sino mostrar que la mayoría simple con la que cuentan Morena, el PT y el PVEM, es capaz de violentar el proceso legislativo para cumplir las obsesiones del jefe del Ejecutivo, enfatiza.

Asimismo, llama la atención en que la reforma legal pasó sin escucha, consulta o diálogo, se formuló desde el poder en turno y no a partir del reclamo ni de las demandas de las fuerzas de oposición.

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