La economía: un desafío para las mujeres mexicanas: Sofia Celada

A lo largo de la historia las mujeres mexicanas tienen un papel relevante en el desarrollo económico del país, no solo por la contribución de la fuerza laboral que genera una gran riqueza y aportación al PIB, sino también por el trabajo no remunerado que realizan en el día a día en sus hogares llegando a trabajar jornadas que rebasan las 12 horas.

Un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad estima para el 2030, el PIB podría ser 15% mayor si las instituciones y organismos públicos y privados implementan acciones a favor de la inclusión e incremento a 8.2 millones de mujeres activas en la economía con mejores condiciones.

Entendiendo que al crear condiciones que favorezcan la igualdad de mujeres y hombres en la
productividad económica, sin brechas de desigualdad se traduciría en crecimiento y beneficio para
todo el país. Sin embargo, la equidad de género aun presenta rezagos que impiden y obstaculizan
que más de la mitad de la población del país enfrenten retos y desafíos al momento de presentarse
lo laboral, donde se les exige a las mujeres mayor preparación, aunado de discriminación y violencia de género. Si sumamos los estereotipos existentes que llenan de prejuicios la libertad de
participación su traducción en la economía es de estancamiento.

Expresar el crecimiento de ingreso para la familia y beneficios para las mujeres debería ser lo justo,
sin embargo, no es una tarea fácil en nuestro país, ya que se complica por los usos y costumbres,
donde las mujeres deben dedicar su tiempo en trabajos que no son remunerado económicamente
y que también son una gran contribución para el desarrollo de la sociedad sin ser reconocido y
valorado.

¿Sabías que? A pesar de que las mujeres representan más de la mitad de la población del país, solo el 8% de las grandes compañías están lideradas por mujeres, con este dato se puede resaltar dos condiciones que han contribuido a que persistan las desigualdades y avance económico para las mujeres.
• Los techos de cristal que según el portal del Gobierno Federal lo define como “al conjunto
de normas no escritas al interior de las organizaciones que dificulta a las mujeres tener acceso a los puestos de alta dirección. Su carácter de invisibilidad es resultado de la ausencia de leyes y códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación.”
• El role modeling, que se describe como un modelo que inspira a generaciones más jóvenes a seguir sus pasos e inclusive, superarlos. Asociado a un sentido positivo, sin embargo, ver el contexto en el que vivimos impregnado de machismos y violencia puede tener connotaciones negativas de no escoger el modelo adecuado para replicarlo.

Requerimos transformar nuestra realidad desde una perspectiva de género enfocada a la implementación de los derechos humanos en cualquier ámbito, considerando a la economía como el medio que permita generar una autonomía y avance de las mujeres.

Una acción importante fue el 9 de Marzo llamada “Un día sin nosotras”, que desde hace tres años se activa para visibilizar la importancia de las mujeres en la economía, en donde las pérdidas económicas en el 2019 fueron de 30 millones de pesos para el país y un sentido de vacío generalizado.

Necesitamos hacer un cambio para salvaguardar los derechos y oportunidades de las mujeres, entendiendo que la igualdad entre hombres y mujeres es el medio para un verdadero crecimiento y desarrollo social, económico y político en todos los países