¿Qué pasa con las mujeres que creemos en Dios pero estamos a favor del aborto?

Hilda Morales Bermúdez

Durante toda mi educación recibí religión como materia, tome catecismo, y por consiguiente y voluntad propia realice los sacramentos que corresponden, nunca vi a la religión o a Dios como una obligación, al contrario, aunque había cosas que me no me gustaban de la institución como tal (Iglesia) decidí tomar mi relación con Dios como algo aparte y tener fe en él, al menos es mi perspectiva, muy diferente a las demás por supuesto. Pero con todo este tema de feminismo, que en realidad son Derechos Humanos fundamentales, claramente sale a la luz el aborto. 

Actualmente me encuentro estudiando la licenciatura en derecho, y a través de distintas materias se puede llegar a una conclusión, se debe dejar tus creencias personales por debajo de un tema como es la salud pública. 

La mujer durante la historia no solo en México, sino en todo el mundo siempre ha vivido bajo la sombra del hombre, siendo sumisa ante las decisiones que ellos toman para con nosotras, sin embargo es totalmente normal que cuando decidimos tomar el espacio para estas decisiones toda una población se desestabilice, es algo inherente a una revolución, la cual las mujeres estamos llevando a cabo desde hace varios años. 

Cuando realmente sales de una burbuja social llena de privilegios donde toda la vida estuviste, cuando te volteas a ver la realidad de las y los demás es cuando la empatía y el respeto realmente  aparecen en tu vida. 

He de aclarar que no es necesario en el ámbito económico, esto engloba mucho más, es decir, puede ser en un ámbito social, educación, político, geográfico diversas circunstancias que hacen que cada ser humano nos desarrollemos de maneras distintas y que no todas tengamos más mismas oportunidades. 

Por lo tanto, cuando comienzas a conocer las diferentes circunstancias que las mujeres pasan a través de su vida, abusos, golpes, falta de educación sexual, omisión, desempleo, y por supuesto falta de oportunidad es cuando consideras al aborto no como una salida, sino como opción. 

Mucha gente considera al aborto como una “salida fácil” para las mujeres, para etiquetarnos con prejuicios llenos de moral falsa y de valores poco estables. Sin embargo, las mujeres que apoyamos este tema lo vemos como una opción, una opción de salud pública. 

Pero qué pasa con las mujeres que creemos en Dios, y que claramente mucha gente considera algo contradictorio. Ser católico, creyente, tener fe, para mi es no solamente cumplir con lo que la iglesia dicta, sino algo tan simple, amar al de junto sin prejuicios, sin etiquetas. 

Quizá y creo conocer a varias mujeres en mi situación,  mis creencias me hacen considerar al aborto no una opción para MI , pero mi educación y empatía me hacen saber que si es opión para OTRAS mujeres y que mi creencias no deben estar por encima de sus necesidades, su realidad y sobre todo sobre un tema de salud pública. 

 

Actualmente existen grupos u organizaciones que me hicieron dar cuenta que no era la única con esta perspectiva, que no debo de sentirme mal por no tratar de imponer mis creencias sobre las de los demás. Al contrario, que estás creencias me ayuden a ser mejor persona y dejar de ser una crítica ante las situaciones que no conozco que viven miles de mujeres  al día. 

Católicas por el Derecho a Decidir es un buen ejemplo, en qué no debo alejarme de mi religión, ni de Dios para poder también defender otro ámbito completamente importante en mi vida: el derecho de las mujeres. 

Ante todo, como se ha hecho en la Red Mundial de Jóvenes Políticos Puebla, está columna no busca generar controversia o mayor polarización, al contrario, es nuestro espacio para poder hablar sobre los temas que, por desgracia, no se ponen sobre la mesa. 

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