Caravanas en busca del sueño anhelado
Cuando hablamos de caravana (sabemos que tiene varios significados) podemos pensar que nos referimos a una casa móvil o casa rodante que incluye un mobiliario básico en su interior con el objetivo de usarlo como vivienda durante viajes y donde las personas se puedan resguardar durante el trayecto.
En este caso, hablaremos de una caravana que no se refiere precisamente a lo anterior, sino a un grupo de personas (migrantes de Centroamérica, Sudamérica o el Caribe) que viajan en la misma dirección por muchas razones como: encontrar una mejor calidad de vida, por persecución, violencia, extorsión y un sinfín de cuestiones que suceden en el interior de sus países y en las cuáles ellos se ven perjudicados y obligados a salir de él.
Claro, cuántos en México no hemos dicho o nos hemos referido de una forma despectiva a los migrantes (yo me considero una de ellas), a tal grado de expresarnos de la siguiente manera; ¡Éstos a qué vienen a nuestro país!, ¡Seguro son unos criminales!, ¡Sólo vienen a robar!, y así podemos mencionar muchas cosas más, pero en realidad, tristemente, muchas de estas personas salen voluntariamente porque en su país no les ofrecen una buena calidad de vida o se ven forzados a salir de él porque están huyendo de su gobernante, así como también se enfrentan a pandillas que los obligan a incorporarse a ellos. Pese a lo anterior, al igual que nosotros tienen sueños y proyectos de vida los cuales quieren alcanzar y en su país no los pueden emprender o realizar.
Las caravanas salen de diferentes partes de Latinoamérica y emprenden un largo viaje, en el cual ingresan por el sureste de México (Chiapas), para así, lograr cruzar nuestro país y llegar a Estados Unidos, pero durante el trayecto desde que salen de su país y transitan México se ven victimas de varios casos (asaltos, violaciones, secuestro, tráficos de personas), desgraciadamente nuestros hermanos migrantes para la delincuencia organizada son un negocio económico muy fructífero, con el cual, lucran de todas las maneras posibles para obtener el mayor provecho de ellos. Aparte de enfrentarse a todo esto, también se enfrentan con las autoridades competentes de estos temas en nuestro país (migración) o como ellos le dicen “la migra” que violentan de todas las maneras posibles sus derechos humanos.
Desgraciadamente, las personas en movilidad o tránsito (migrantes) se ven perjudicados en todos los aspectos porque los medios “amarillistas” que existen, manejan las situaciones donde se refieren de una manera denigrante hacia ellos, por lo que hace que la misma sociedad tenga una perspectiva errónea.
Estas caravanas se componen principalmente de familias, niños, niñas y adolescentes (NNA), mujeres embarazadas; en algunos casos, son personas no acompañadas. Ante esto, lo único que pasa por mi mente es el hecho de pensar que su valentía y fortaleza sobrepasa todas las expectativas que cualquier otro ser humano podría imaginarse, y es aquí donde influye un solo factor, “el sueño americano”.
No hablamos de cosas materiales para ellos, me refiero a la maleta cargada de emociones, sueños, proyectos de vida, familia que forman el aura que hace impulsarlos a seguir su trayecto y mantener la frente en alto.
Lo que nos toca como sociedad civil es hacer consciencia del valor y respeto que merece este grupo vulnerable, de seguir con la lucha para buscar una comunidad que sea portavoz de la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas en movilidad, partiendo de la dignidad humana y el respeto igualitario.
En definitiva, muchos de nosotros nos hemos encontrado en la misma situación pero en diferente contexto, ya sea por nuestros propios familiares o conocidos. Con esto, no trato de desprestigiar el valor y respeto de estas personas, al contrario, busco ser vocera de las situaciones reales que atraviesan en su trayecto. En mi caso, yo me considero migrante porque nací en otro estado y resido en otro estado del país; recordemos que no sé necesita salir de un país para considerarte una persona en movilidad. A manera de conclusión, yo solo te preguntaría una cosa ¿Ahora qué piensas de nuestros hermanos migrantes?
