Antítesis
Ambulantaje ¿tema sin solución?
Adrián Salazar
Como en cada cambio de administración municipal, el tema de los ambulantes es la piedra en el zapato de los gobiernos de la capital poblana. Muchos, sino es que la inmensa mayoría, piden -y seguramente en esta administración no será distinto-, la expulsión definitiva de los comerciantes ambulantes de las calles del centro histórico sin importarles las graves consecuencias que esto implique para estos últimos y sus familias.
Algunas de las voces a las que más eco se les da es a los empresarios, por ejemplo, al presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Vázquez, quien en los últimos días ha expresado como “una urgencia terminar con esa competencia desleal”. Para él, los vendedores ambulantes dan “una mala imagen con los pocos visitantes que llegan”.
También pidió que sean rehubicados “no en otras calles, sino en la periferia de la ciudad, situación a la que se opondrán los líderes de esos vendedores, porque saben que pierden una fuerte cantidad de dinero por cuotas”. Suma y sigue. La inconformidad de sus más de 1,200 socios es que a los locales se les exige acatar medidas sanitarias o de lo contrario se les multa, “pero a los puestos ambulantes se toleran actividades”. Vemos pues, cuál es la postura de los empresarios, sin embargo, no ofrecen alternativas para estos cientos de ambulantes.
Por otra parte, para muchos el inicio de la administración respecto a este tema fue bueno porque los primeros días no hubo vendedores ambulantes, aunque sólo por unos días. Es decir, podemos leer este gesto como un acto de buena fe por parte de los ambulantes para estar abiertos al diálogo y dispuestos a aceptar opciones viables para seguir trabajando y llevando el sustento diario a sus hogares.
De acuerdo con varios ambulantes que trabajan regularmente sobre la calle 5 de Mayo, aún están en espera de que realice dichas mesas de trabajo, aunque no esperan mucho. Han pasado administraciones priistas, panistas, morenistas y ninguna ha logrado dar solución a este problema social porque sólo buscan tapar un hoyo haciendo otro. Si no los quieren en el Centro Histórico ¿en dónde podrán ofertar sus mercancías al público? El mismo Eduardo Rivera Pérez, que en el periodo 2011-2014 también fungió como presidente municipal no pudo resolver este problema.
Un hecho innegable es que los ambulantes, al no hallar otra fuente de trabajo que les permita atender sus necesidades y las de sus hogares, se ven obligados a auto emplearse vendiendo cualquier cosa que puedan a los transeúntes de las calles del Centro Histórico o en cruceros, y esto, lógicamente los expone a falta de un salario fijo, a un ingreso variable, falta de seguridad laboral y prestaciones conforme a la ley, como el seguros de salud, vacaciones y demás.
Ante este panorama, no todo es linchamiento y agresiones mediáticas en contra de los ambulantes, también existen voces críticas y calificadas que analizan el problema más allá de la superficie en busca de soluciones reales o, por lo menos, exponiendo causas más de fondo a este problema, como el sociólogo y académico del Instituto Tecnológico de Monterrey, Alfredo García; él señala que quienes se incorporan a la economía informal no lo hacen por elección, sino como consecuencia de la falta de oportunidades en la economía formal.
De acuerdo con México ¿Cómo Vamos?, el 43.9 por ciento de personas con bajos ingresos fueron del sexo masculino y el 47 del femenino, es decir que por cada hombre que obtiene un sueldo inferior al costo de la canasta básica, hay 1.16 poblanas en la misma situación.
Por su parte, el economista y docente de la UPAEP, Anselmo Chávez Capó, ha explicado que existe una relación indisoluble entre el empleo informal y la pobreza laboral debido a la falta de prestación en materia social. “Aunque se puede creer que las personas en la informalidad pueden tener un ingreso mayor, la realidad es que el ingreso se ve mermado al destinarlo a medicamentos, gastos relacionados con educación, entre otros, a tal grado de transformarse en menos de la mitad de lo obtenido”. En otras palabras, no ganan el suficiente dinero para adquirir los productos de la canasta básica y poder satisfacer sus necesidades.
Como vemos, el problema del ambulantaje no se puede resolver cambiando de un lugar a otro a los vendedores o privándolos de su derecho a ganarse la vida de forma honrada, es necesario pues, que la actual administración municipal de panista Eduardo Rivera busque e implemente medidas eficaces, pero sobre todo, viables para el ambulantaje; regresar a las implementadas en su anterior administración sería tan absurdo como querer implementar las medidas fallidas de los otros gobiernos.
Lo único que piden los comerciantes ambulantes es un trabajo formal, un ingreso económico seguro que garantice una vida digna para su familia donde se puedan alimentar bien, educar bien, curarse bien, de no implementar las políticas económicas adecuadas, un grave y duradero problema se le podría avecinar a Lalo Rivera.
Recordemos que la temporada de “Día de muertos” el denominado “Buen Fin” y la temporada navideña están a la vuelta de la esquina y todos, tanto empresarios y vendedores ambulantes van a buscar la forma de hacerse con un ingreso a través de las ventas en esta mermada economía, entonces, es el ambulantaje ¿un tema sin solución?