“LAS MUJERES TAMBIÉN SOMOS HUMANAS Y QUEREMOS SER PARTE DE ABSOLUTAMENTE TODO LO QUE SE RELACIONE A NUESTRA SOCIEDAD”
¿Realmente seguimos en peligro el género femenino en pleno siglo XXI?
Una gran parte de la población y para ser específicos la gran mayoría del género masculino sigue cuestionando la lucha en contra de la violencia de género actualmente, discutiendo con argumentos de que eso es cosa del pasado, que ya no existe más violencia hacia las mujeres y niñas y lo que cada una de nosotras pide es innecesario e inoportuno que pone en peligro el bienestar de la sociedad.
Sin embargo, todos somos testigos de la magnitud de violencia física y psicológica que soportamos día tras día en cada rincón del planeta, desarrollando consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, al impedirles participar dentro de la sociedad de forma plena y libre, pero sobre todo en igualdad.
El reciente 15 de agosto del presente año, pudimos ver como este problema no forma parte del pasado, al contrario, es un problema que nos ha acompañado por miles de décadas. Y me refiero al regreso del movimiento talibán en el país de Afganistán, que anteriormente ya había sido sometido por estos mismos en los años 90.
El gobierno talibán fue y es totalmente un extremista religioso en donde durante su último mandado, prohibió a las niñas una educación después de los 10 años y a las mujeres el derecho a trabajar, y se negó incluso a dejarlas viajar fuera de sus hogares sin un pariente masculino que las acompañara, sin olvidar la imposición de burkas. Si alguna de ellas no establecía alguna de estas reglas adecuadamente se sancionaba con ejecuciones públicas, en donde cortaron las manos de ladrones y apedrearon a mujeres acusadas de adulterio, entre otros tipos de daños físicos.
Y aunque aun no se han reportado medidas tan extremas en las zonas que han tomado recientemente si se informó que varios militantes que conforman este movimiento se apoderaron de algunas casas e incendiaron al menos una escuela.
Es evidente y entendible en temor que precisamente viven las mujeres afganas en su país al poder ser desterradas de su libertad. En cuanto se supo el regreso de los talibanes acudieron a encerrarse y tomar todas las medidas necesarias para no ser víctima de alguno de ellos. Y aunque parezca increíble uno de los líderes de los talibanes dio declaraciones a una televisora afgana en donde recalcaba que este mandato sería distinto y que no tenían ningún problema con las mujeres afganas, mientras era entrevistado por una periodista del género femenino.
Sin embargo, existe muchas mujeres que no niegan el cambio que a pasos pequeños a sufrido su ambiente social, dentro de sus trabajos, pues varias de ellas que estaban dentro de puestos relacionados con televisoras o programas de radio eran sacadas del aire, incluso sustituyeron varios programas políticos por debates sobre teología islámica. Y respecto a las niñas afganas dejaron de ir a las escuelas por miedo de que tomaran represarías contra ellas, tomando en cuenta que, en una conferencia de prensa, los talibanes mencionaron que iban a permitir a las mujeres trabajar y estudiar “dentro del marco de la ley islámica”.
Pero a pesar de las declaraciones que se han dado, las mujeres siguen dudando de sus palabras pues se dice que “Los talibanes no cambiaron sus ropas, su pelo o sus barbas… ¿cómo van a cambiar sus ideas?”. Y si lo pensamos detalladamente lo más seguro es que varios de sus integrantes y más lo de edad adulta son muy difíciles de poder cambiar ideales que fueron inculcados desde el día uno que nacieron.
Entonces, esto nos hace pensar en una sola cosa… La sociedad no ha cambiado, ni en Afganistán, ni en un ningún lado del mundo.
Claro que es un camino que nos seguirá costando construir, pero al paso que vamos algún día las mujeres afganas dejaran de sentirse atemorizadas por un movimiento tan machista y extremista que las vulnera de mil formas.
Y aunque muchos han mencionado que nosotras que estamos al otro lado del mundo no podemos ayudarlas y solo hablamos por hablar, déjenme decirles que están equivocados, existen varias fundaciones en donde nos podemos acercar de manera segura para dar una ayuda económica y así puedan viajar a un país que las refugie. Así como seguirles dando visibilidad a todos los videos que publican las mujeres que siguen ahí, a las noticias que les brindan un espacio para expresarse, eso ayuda a generar un movimiento que actualmente es muy poderoso dentro de las redes sociales y puede salvar a muchas de ellas.
Por último, quiero mencionar que la violencia de género no la vivimos igual. No, no somos mujeres afganas, pero también tenemos preocupaciones que igual son importantes que sabemos que a través de esos mismos se puede dar un paso gigante para ayudar a resolver problemáticas más complicados. Cada uno pelea desde su trinchera, o más bien desde su privilegio. Pero entre todas podemos hacer un cambio totalmente beneficiario para todas las mujeres que actualmente piden ayuda en silencio.
Esto no es una moda, la lucha no es algo que nació ayer. Es una forma de decir que estamos hartas de seguir en una sociedad que no puede entender que las mujeres también somos humanas y queremos ser parte de absolutamente todo lo que se relacione con nuestra sociedad.
Por: Ivon Oddet Hernández Carreón.
Fuentes:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-58244027
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58282170
https://www.bbc.com/mundo/noticias-58226665
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58282170
25/Octubre/2021